El tono muscular es la energía potencial que poseen nuestros músculos, manifestándose como una tensión constante y variable, tanto en reposo como en movimiento. Cuando estamos en reposo, este tono nos ayuda a mantener una postura adecuada para cada acción que realizamos.
El tono muscular se ve influenciado por tres tipos de sensibilidad:
- Interoceptiva: Sensaciones provenientes de los órganos internos.
- Propioceptiva: Relacionada con los músculos, huesos y articulaciones; nos permite percibir nuestras posiciones y movimientos en el espacio.
- Exteroceptiva: Sensaciones recibidas del entorno a través de nuestros sentidos.
Existen tres estados del tono muscular:
- Reposo: El estado natural de los músculos, en equilibrio con la gravedad. Un ejemplo de esto sería meditar.
- Actitud: El tono necesario para mantener una postura frente a una situación determinada.
- Acción: El tono requerido para realizar un movimiento, asegurando que este sea eficaz, económico y eficiente.
Ejercicio para Distinguir los Tipos de Tono Muscular
Para experimentar y distinguir estos tres tipos de tono, siéntate en posición de «indio» sobre el suelo. Comencemos con una respiración consciente: inhala profundamente, retén el aire, y exhala lentamente.
Haz una pausa y siente la quietud. Luego, coloca tus manos sobre las piernas, mantén la espalda erguida, y comienza a hacer movimientos circulares con la cabeza, primero hacia un lado y luego hacia el otro.
Ahora, mueve tus hombros de adelante hacia atrás, siente el movimiento. Haz otra pausa y disfruta de la quietud.
Estira tus brazos en forma de «O»: lleva los brazos hacia la derecha, regresa al centro y luego hacia la izquierda. Finalmente, inclina tu cabeza hacia abajo, agita tus manos suavemente.
Lleva tu cabeza al centro nuevamente y agita tus manos una vez más. Regresa a una posición centrada, inhala, retén el aire, y exhala.
Este ejercicio no solo te ayudará a tomar conciencia de tu tono muscular, sino que también te permitirá explorar la conexión entre tu cuerpo y mente.