La sensopercepción es el proceso que nos permite tomar conciencia del mundo, tanto interior como exterior. Gracias a ella, nuestra conciencia se informa sobre lo que sucede dentro y fuera de nosotros, en el contexto de nuestra personalidad.
La Sensación
La sensación es un proceso fisiológico que activa nuestra capacidad para reconocer los sentidos. Se clasifica en:
- Sensaciones Interoceptivas: Nos informan sobre los procesos internos del cuerpo, captando estímulos de las vísceras, y están relacionadas con nuestros estados emocionales.
- Sensaciones Propioceptivas: Transmiten información al cerebro sobre la posición del cuerpo en el espacio, abarcando aspectos de postura y movimiento. Estas sensaciones están vinculadas al comportamiento motriz y a los músculos y articulaciones.
- Sensaciones Exteroceptivas: Captan información sobre el entorno a través de nuestros cinco sentidos: vista, oído, tacto, olfato y gusto.
La Percepción
La percepción es el segundo proceso de la sensopercepción, y solo ocurre si previamente ha habido sensación. Este proceso mental se encarga de interpretar y codificar los datos proporcionados por las sensaciones.
La diferencia entre percepción y sensación radica en su funcionamiento interno: la percepción implica una participación activa del sujeto, que interpreta y estructura la información, mientras que la sensación es un proceso más pasivo, donde se perciben los estímulos de manera directa.
La sensopercepción es un proceso subjetivo, ya que cada persona siente y percibe de manera única.
Ejercicio Sensoperceptivo
Te invito a realizar un ejercicio sensoperceptivo. Elige un lugar cómodo y siéntate en posición «indio». Con los ojos abiertos, sigue estos pasos:
- Con el dedo pulgar y el dedo medio de la mano derecha, comienza a presionar cada uno de tus dedos de la mano izquierda.
- Repite la acción, pero ahora con la mano izquierda sobre la mano derecha.
- Con tu mano derecha, presiona los dedos de tu pie izquierdo y luego haz lo mismo con tu mano izquierda en los dedos del pie derecho.
- Frota tus manos y toca tu codo izquierdo con la mano derecha, luego frota nuevamente y toca el codo derecho con la mano izquierda. Finalmente, frota tus manos y colócalas sobre tu rostro.
Ahora, realiza el mismo recorrido, pero con los ojos cerrados.
¡Disfruta de la experiencia!
Para finalizar, haz tres respiraciones conscientes: inhala… siente el vacío… y exhala.